Poemas



29 may 2014

Mi calle en rabia

Bruselas es ciénaga que se esconde.
Por sus calles todo el que camina queda atascado,
Escuchando llegar de lejos la araña que a todos come,
Cada segundo marca sus pesados pasos.
La muerte aquí parece dulce,
Se le espera sin difamación.
La vida es pura preparación.

Los funcionarios, que solo piden vacaciones
Si no logran diagnósticos de enfermedades (fingidas y largas)
Que los dejen tranquilos
Recorrer la costa en un tranvía horriblemente silencioso,
Saben una sola cosa de la depresión :
Bajo la lluvia es contagiosa.

Si algo va mal y se enteran,
Responden de inmediato :
« ah, ça ! ».

Mientras tanto, un hongo blanco y fibroso
Puebla en silencio las vigas de todo un barrio
Destruyendo casas,
Y con el tiempo familias.

Merulio, en español  casi da risa,
Pero en francés, pronunciado al teléfono de una compañía de seguros,
(Ethias para que lo sepan)
Espanta :
El empleado te cuelga,
No te responde,
Se desaparece.
Meses después recibes una carta de su jefe,
Diciéndote, en pocos términos,
Que la compañía hará lo necesario:
Dejará pronto de cubrirte.

Tu casa caerá
Como parecen hacerlo todas las demás :
Sin ruido.

A menos claro,
Que tengas escondidos en algún lado
Los euros que distraen con flores a la araña
Para qué siga derecho y escoja entre tanto otro.

Bruselas es realmente una ciudad cosmopolita.
Vivo al lado de una larga calle de putas.

Febrero 2014