Poemas



3 ago 2017

Traición a la patria

Son ese tipo de hombres difícil de imaginar niños.
Nacidos ya viejos, la nuca de frente,
A cada paso dado un grito.
El tiempo les duele.
El futuro es tobogán del diablo,
Todo les suena a treta.

Arropados en ropas tiesas de almidón,
Vanguardia planchada de la moda,
Andan y se van haciendo polvo,
Por las calles que los bisabuelos marcaron con su mugre.
El trabajo manual no suena en sus barrios,
Nada canta en las ramas de sus árboles,
Las mujeres no se miran a los ojos,
La risa les suena a burla.
Desde esas ventanas encercadas,
Hablan del mundo como si lo pudieran ver.
Pero solo tienen miedo.
Quieren que todo sea como siempre nunca fue.

Enrique Gómez,
Hijo de Álvaro Gómez, conservador asesinado por rechazar golpes de Estado,
Nieto de Laureano Gómez, que presidió Colombia de 1950 hasta que lo dejaron,
Martillando “república independiente” en bombardeos gramaticales
Que terminaron por hacer de las FARC mucho más que un epígrafe,

Mariano Ospina,
Hijo de ese homónimo que presidió Colombia del 46 al 50,
Emboscado en su palacio para desinflar la turba
Que cantaba alrededor la rabia del Bogotazo,
Esa muerte de indio que incendió
El fueguito con el que desde la colonia
Se calienta tanto conservador taimado:
Pedro Nel Ospina, presidente de Colombia del 22 al 26, su abuelo,
Y el gran homónimo que presidió Colombia de 1857 a 1861,
Bisabuelo fundador de un partido que cae sin fin, como su nombre,
Amenazando con aplastarlo todo
Y mientras tanto solo hace sombra,

E Ignacio Valencia,
Hijo de Guillermo León Valencia, presidente del 62 al 67,
Cantando, como estaba escrito, el acuerdo del Frente Nacional,
(Aún resuena su emocionado ¡Viva España!, patria mía,
En esa recepción estudiada al mismísimo General De Gaulle
Recién salido de su guerra de Algeria),

Un día de estos se llaman los tres, vaya a saber en qué orden,
Para compartir su indignación por tan horrible situación:
Juan Manuel Santos, actual presidente,
Sobrino de Eduardo Santos, presidente del 38 al 42,
Está claramente marcado por la bestia
¡Quiere hacer la paz!

Entonces van a la Comisión de Acusación de la Cámara
E instauran una denuncia,
Aprovechando que allí, muy cerca, trabaja Samuel Hoyos,
Ese honorable y enérgico jovencito,
Que también tiene padre ex presidente, aunque sea adoptivo,
Gracias a un saber que en títulos reza así:
Psicólogo y Sociólogo de la Universidad Javeriana,
Master en Acción Política Universidad Francisco de Vitoria y Rey Juan Carlos de España,
Asesor y docente de postgrado en Ciencia Política de la Universidad Sergio Arboleda,
Columnista de El Nuevo Siglo,
Representante a la cámara,
Representante de Agencia Española de publicidad…
Aquí lo mejor es tomar aire.

La denuncia, coescrita en acuerdos gramaticales
Que recuerdan la ampulosa verba del mismísimo Rafael Nuñez
Dice así:
“Desde el primer día de su mandato,
Cuando traicionó a todos los que por él votamos,
Hasta la fecha, 
Nos hace demostración de su gélido desprecio del juramento pronunciado
En el acto de asunción de la primera magistratura.
Miente y desinforma a derecha y a izquierda,
Al parecer sin otra preocupación distinta
A la consecución de la traición a la patria
Que en algún momento pactó con el enemigo,
No sabemos a cambio de que contraprestación”

Una traición a su Patria, dicen…
No saben aún por cuanto.

Me río.
Pienso en Rin Rin Renacuajo.