Mi tía Yiya murió hace poco.
Tenía noventa años y creció,
Como sus tres hermanas,
Sin marido.
Su padre, mi abuelo,
Se encargó de espantarlos todos.
Mi abuela, casi a escondidas,
Les enseñó a ganarse la vida por los bordes:
Haciendo arequipe, tejiendo pañolones,
Vendiendo textiles y otros dulces.
Mis tías vivieron juntas,
Ejerciendo las actividades que heredaron de su madre.
Costearon universidades a sus nietos,
Se endeudaron dando techos para crecer.
Organizaron todas las fiestas del año:
Cada cumpleaños, cada navidad,
Nos reuníamos felices en su casa.
Se hablaba de fútbol y de Gaitán
Mientras desenvolvían tamal.
A mi tía Yiya le gustaba reír.
Me encantaba escucharla reír
Rompiendo un orden calculado.
También le gustaba bailar.
Era tan pequeña que para darle vueltas
Había que soltarle las manos.
De mi abuelo, solo guardo un recuerdo:
Era un domingo y estaba frente al espejo.
Se ponía un sombrero.
Cambiaba de mirada y de perfil,
Como conquistando al aire.
Entonces descubrió que lo observaba,
Me lanzó una mirada dura y corta.
No me dijo nada
Y se fue.
Tenía noventa años y creció,
Como sus tres hermanas,
Sin marido.
Su padre, mi abuelo,
Se encargó de espantarlos todos.
Mi abuela, casi a escondidas,
Les enseñó a ganarse la vida por los bordes:
Haciendo arequipe, tejiendo pañolones,
Vendiendo textiles y otros dulces.
Mis tías vivieron juntas,
Ejerciendo las actividades que heredaron de su madre.
Costearon universidades a sus nietos,
Se endeudaron dando techos para crecer.
Organizaron todas las fiestas del año:
Cada cumpleaños, cada navidad,
Nos reuníamos felices en su casa.
Se hablaba de fútbol y de Gaitán
Mientras desenvolvían tamal.
A mi tía Yiya le gustaba reír.
Me encantaba escucharla reír
Rompiendo un orden calculado.
También le gustaba bailar.
Era tan pequeña que para darle vueltas
Había que soltarle las manos.
De mi abuelo, solo guardo un recuerdo:
Era un domingo y estaba frente al espejo.
Se ponía un sombrero.
Cambiaba de mirada y de perfil,
Como conquistando al aire.
Entonces descubrió que lo observaba,
Me lanzó una mirada dura y corta.
No me dijo nada
Y se fue.